Un sabor amargo en la boca del estomago le hacía presagiar malas noticias.
Desde niño había tenido dotes clarividentes y anticipaba muchos sucesos que acababan haciéndose realidad. El síntoma era ese sabor amargo inconfundible.
Ya le pasó cuando les abandonó su padre. En el colegio lo llevaron a enfermería pues le llegó a doler el estomago y ese sabor tan amargo....También le paso cuando su primo Antonio tuvo el accidente...y ahora ese sabor en la boca premonitorio...Acabó lo que estaba haciendo en el trabajo y se marchó a casa. Su corazón acelerado...miles de mariposas por todo el cuerpo.
Entró en su casa, sospechosamente en silencio .Llamó a su mujer sin obtener respuesta. Revisó el correo, abrió una lata de cerveza y se tumbó en el sofá...Entonces lo vio....
Una nota pequeña pegada en el televisor. La angustia le invadió .Últimamente su mujer estaba muy rara. Se dispuso a hacer un ejercicio mental e imaginó el contenido...Las palabras vinieron solas a su mente como si alguien se las dictase...
“Querido compañero de camino...en la siguiente bifurcación que el destino ponga a nuestros pies....me bajo .Han sido años juntos de más penas que gloria y el camino se angosta y se llena de zarzales. No cabemos los dos, me estas ahogando.
Te deseo mucha suerte en tu ruta.
Pegó un brinco del sofá sobresaltado y abrió la nota que decía así:”Cariño, estoy en las Rebajas con Piluca, me quedare a comer por ahí y volveré tarde. La comida la tienes en el microondas .Caliéntala. Un beso”.
Suspiró, el sudor le corría por la espalda. ¡Por una vez se había equivocado! ¡Ja!...que imaginación más desbordante.Se volvió a relajar en el sofá y cogió su móvil;”Churri, te invito a comer, vía libre todo el día ”Clara, su amante desde años atrás, le contesto con voz lacónica...”
Tu no has leído mi e-mail ¿no? Y colgó apresuradamente.
Encendió el ordenador y abrió el correo...
Empezaba así: “Querido compañero de camino...en la siguiente bifurcación me bajo....”